¿Son ciertas? Sí, lo son, pero debemos aclarar a que se refiere, de otra forma sólo agrega confusión.
Tenemos dos puntos a tratar. Primero la imposibilidad de la mente de percibir objetivamente el mundo exterior. Cada objeto percibido es captado primero por los sentidos y este flujo de información sensorial o energía sensorial es transportado al cerebro para que la mente elabore la imagen. Es decir, lo que vemos es en realidad creado por la mente en base a comparaciones con información almacenada en la memoria. Esto limita la capacidad de percepción a la capacidad de imaginación, visualización, interpretación y a la memoria. Por lo tanto, por lo menos para nosotros, todo es mente.
Pero en segundo lugar, encontramos la intuición, la cual sí puede captar en forma unitaria y no en fragmentos. Esto quiere decir que la mente con su intelecto, emociones y memoria percibe pedazo por pedazo, mientras que la intuición capta de una sola vez. Esto permite hallar las esencias de las cosas, pero al querer explicarlas con palabras se cae en una secuencia temporal y espacial que distorsiona la propia esencia que se quiere explicar.
Entonces vemos que todo es mente y que todo es una ilusión mental. Para salir de ella debemos abrir la intuición y para lograr esto se practica la conciencia. Esta práctica no es otra cosa que la conciencia permanente que ya hemos explicado y por supuesto, la meditación.
Una vez que logramos ser concientes, nos damos cuenta que la mente es poderosa y que todo depende de ella. Podemos decir, que todo el Universo está contenido en una sola partícula y que todo lo demás es proyección de una gran mente Universal. Pero vamos más allá y decimos que por sobre la mente fenoménica dual se encuentra la Gran Conciencia Universal generadora de todo y de la nada. Y no sólo sintonizamos la mente sino también la Conciencia.
Ya que todo es posible, descubre tu fuente de Riqueza que se halla Oculta en lo más profundo de tu ser.
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